Las excusas de Nuria para no ponerse en forma en casa

Cada día, cuando se levanta, Nuria se mira en el espejo y se promete a sí misma una retahíla de compromisos que es consciente que no cumplirá. El problema de hacer deporte es que no es obligatorio y nos es mucho más fácil posponerlo argumentando que tenemos mil cosas por hacer. Sin embargo, los azares del destino la llevaron a proponerse la idea de ponerse en forma en casa.

Nuria siempre había querido ponerse en forma en casa

Cómo ponerse en forma en casa

La vida no es un lugar fácil y eso Nuria lo tenía claro. Trabajaba durante más de ocho horas cada día en un oficio que la dejaba totalmente reventada. Las escasas energías que le quedaban las invertía en estar con sus hijas, que era el premio al que siempre se agarraba cuando retornaba de la oficina.

Claro, en esta tesitura, el gimnasio no acababa de entrar en sus planes. Pero había un problema. Se había prometido tantas veces a sí misma que comenzaría a ir cada día que llevaba ya más de un año pagando la cuota de un lugar que no había pisado ni una sola vez. Aun así y con todo, Nuria se sorprendió una barbaridad cuando su buena amiga Vicky le dijo que por qué no dejaba de pagar la cuota y con ese dinero que se ahorraba se llevaba a las niñas de viaje este verano. Que, al final, mes a mes, era un pico bastante cuantioso.

Las grandes ideas surgen de conversaciones

Cómo ponerse en forma en casa

En un primer momento Nuria tampoco prestó demasiada atención al consejo. Ella y Vicky rieron, como era habitual para recuperar la rutina de una vida que le gustaba, pero que no le dejaba de dar la sensación de que había algo que se le estaba escapando.

La verdad es que ella había sido deportista durante toda su juventud. Sin embargo, un día se vio adulta, madre soltera y con dos hijas a su cargo. Se dijo a sí misma que tenía que tomar las responsabilidades oportunas y, cuando quiso darse cuenta, todo lo relacionado con la práctica de ejercicio se había borrado para siempre. Por ello no cesaba ese gusanillo dentro de sí misma que la incitaba a cambiar de vida.

Así que sin darse cuenta, esas risas que había compartido con una buena amiga, de pronto, se convirtieron en un runrun del que no podía desprenderse. Después de todo, Nuria sabía que Vicky tenía razón con lo de tirar el dinero y la idea de irse de viaje con las pequeñas con lo ahorrado le gustaba mucho. Sin embargo, para dar este paso se prometió a sí misma que solo lo haría si, a cambio, ella comenzaba a ponerse en forma en casa. Si no se cuidaba ella a sí misma, ¿quién lo iba a hacer?

¿Qué necesitaba Nuria para ponerse en forma en casa?

Cómo ponerse en forma en casa

La verdad es que en un primer momento a Nuria el aspecto económico le preocupaba. No sabía cuánto podría ahorrar si después invertía todo en el material. No obstante, poco esta perspectiva también viró. Se dio cuenta de que con una esterilla, que son baratas y subiendo las escaleras en lugar de por el ascensor, ya empezaba a tener media batalla ganada. El gasto más elevado era una bicicleta estática, pero solo se vive una vez y ella, que siempre había sido apasionada de las series de televisión, tenía muchas ganas de poder disfrutar de las historias que más le gustaban mientras movía el esqueleto.

Qué aprendió Nuria cuando empezó a ponerse en forma en casa

Cómo ponerse en forma en casa

Después de un tiempo y de muchos días de sudar, Nuria aprendió que para ponerse en forma no se necesitan cuotas o máquinas de última generación. Lo único imprescindible es la actitud que uno demuestra para consigo mismo. Y ella la tenía.

Y tú, ¿estás ya preparado para empezar a ponerte en forma en casa?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *