Prepara la cámara: las fotos de tu casa hablarán por ti

La imagen contiene un poder de persuasión que ya le gustaría poseer a muchos políticos. No existe mejor método para convencer a los escépticos, mejor argumento para seducir al díscolo más ingobernable. Superar la primera barrera visual que nuestra mente impone durante cualquier proceso de aprobación supone una pequeña gran victoria. Un modesto triunfo que también puede darse en el anuncio de tu propiedad, porque debes saber que el papel que desempeñan las fotografías de tu casa es del todo fundamental. ¿No quieres conseguir clientes? ¿No pretendes captar la atención del usuario en nuestro portal? Pues tómate el tiempo que sea menester para realizar buenas fotos de tu inmueble. Tampoco te estamos pidiendo que te conviertas en Annie Leibovitz de la noche a la mañana, tan sólo que cuides al detalle tus imágenes.

Cómo hacer buenas fotos de una casa

Aquí tienes los 8 mandamientos para que tu casa pose para ti.

Equipo indispensable

Tranquilízate. Con “equipo indispensable” no queremos que pienses que tendrás que cargar con baterías, tarjetas de almacenamiento, difusores y disparadores remotos. ¿Qué creías, que te íbamos a pedir la carrera de fotografía? Ni por asomo. Tan sólo una cámara que haga fotos de buena calidad. Siempre es preferible a un móvil. ¡Ah! Y tampoco estaría de más usar un trípode para conferir cierta estabilidad a las imágenes.

Iluminación adecuada

Una foto mal iluminada es un cliente menos para ti. Tómatelo al pie de la letra. Claro que sí. Tú ponte en su lugar por un momento, algo que deberías hacer siempre. Imagina que un usuario visita tu anuncio para darse cuenta de que tus fotos lucen más oscuras que una noche sin luna. ERROR. Las fotos deben hacerse durante un día soleado, así el cliente será consciente de la claridad que penetra en las estancias. Recuerda que cuando alguien busca casa se fijará mucho en el factor luz. Y si por lo que sea alguna habitación está sumida en las tinieblas, enciende los interruptores.

Ojo con el contraluz

Y ya que estamos abordando el componente lumínico de las fotos, tendríamos que recalcar uno de los puntos a evitar como si nos fuera la vida en ello: el contraluz. Jamás de los jamases apuntes el objetivo de tu cámara hacia el sol, pues el resultado será el de una imagen en la que no se aprecia nada. Nunca te pediríamos que le dieras la espalda al mundo, pero sí que se la des a las ventanas que dan al exterior.

Ponte a la altura

La clave para todo negociante consiste en saber saltar de forma provisional al otro lado. Es decir: al del cliente. Ya lo hemos dicho con anterioridad, uno tiene que facilitarle las cosas al posible consumidor si quiere llevarse el gato al agua. Por lo tanto, olvídate de aquellas fotografías en las que aparece demasiado techo o demasiado suelo. Situar la cámara a la altura de los ojos permite una visualización óptima del inmueble, es una manera de ofrecer una visión fidedigna de la realidad. De lo que verá el nuevo habitante de la casa.

Busca las esquinas

Como si fueras a sacar un córner en busca de un remate en forma de venta o alquiler. Piensa que los rincones de cada estancia son el ángulo perfecto para tus fotos. Las dimensiones de tu salón se aprecian en su totalidad cuando inmortalizamos su imagen desde una de sus esquinas. O varias, pues la posibilidad de regalar distintas perspectivas al usuario es un valor añadido. Por otro lado, y si tu cámara te lo permite, también puedes optar por usar un gran angular.

Limítate a lo esencial

Y cuando decimos esencial nos referimos a aquellas partes de la casa que son de interés para el usuario. Tal vez sobra nombrarlas, pero recordarte cuáles son tampoco te hará daño: el salón, las habitaciones, la cocina, el baño… Intenta dejar al margen cualquier foto donde aparezcan paredes y baldosas que no dicen nada. También se agradece que las personas no figuren en la imagen, si no es mucho pedir. Tu reflejo en el espejo – con destello de flash incluido – tampoco tiene cabida en este mundo.

Imágenes rectas, gracias

¿Acaso para llegar hasta los fogones de la cocina el propietario tendrá que trepar por un suelo construido en diagonal hacia arriba? ¿Estamos condenados a rodar por un tobogán al transitar por el pasillo de la casa? Si la respuesta es NO (y esperamos que así sea), procura que las estancias retratadas aparezcan enderezadas en las fotos. Existe una tendencia de lo más absurda en los anuncios inmobiliarios que trata de mostrar un planeta poblado por casas torcidas. Diferénciate del resto en algo tan básico como lo que acabamos de decir.

Limpieza y orden

Otro aliciente que parece de cajón, pero que muchos anunciantes dejan pasar por alto. Intenta limpiar y ordenar antes de apretar el obturador como si no hubiera un mañana. No dirá mucho a tu favor que la propiedad se presente ante la cámara como si un ejército de orcos hubiera invadido la casa. Tendría que estar todo como si tu madre hubiese visitado el lugar, como cuando deslizas un dedo por la barandilla de la escalera sin que una mota de polvo se impregne en tu mano.

Fuente de la imagen: https://www.globaliza.com/inmueble/8333818Luna Llar

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