¿Venderías tu casa a través de un agente inmobiliario?

Afrontémoslo: vender o alquilar tu casa siempre es una tarea intrincada. Se trata de una empresa sólo apta para aquellos que disfrutan haciendo números, captando interesados o soltando peroratas convincentes. Y no es que estemos insinuando que tales cometidos sean tan aburridos como la final del Masters de Augusta; qué va. Jamás diríamos eso porque aquí sentimos un profundo respeto hacia los profesionales que se dedican a esas labores: los agentes inmobiliarios. Recurrir a su experiencia procura unas ventajas del todo incuestionables; es una decisión que sólo pone facilidades a aquellos que la toman. Todos necesitamos ayuda de vez en cuando; no podemos alcanzar cada meta que nos propongamos sin el socorro de nadie. Por eso mismo, si te encuentras en un momento en el que deseas poner tu casa en alquiler o en venta, te pediríamos que leyeras nuestras palabras.

Beneficios que proporciona el agente inmobiliario

Porque contar con un agente inmobiliario puede ser tu solución: 

1. Conoce el mercado como nadie

Alguien que trabaja en la industria siempre contará con unos conocimientos privilegiados. Su sabiduría, por lo tanto, será su mejor arma para saber gestionar tu propiedad. Debes tener en cuenta que un agente inmobiliario tiene su propia lista de clientes potenciales y es sabedor de los precios que se barajan en el mercado. Tienes que considerar que un profesional de su talla estudiará tu vivienda de arriba abajo, la mimará para luego poder presentarla a futuros interesados como si se tratara de su criatura. ¿Quieres ahorrarte esfuerzos y tiempo? Entonces no lo dudes y hazte con sus servicios.

2. Sabe distinguir lo bueno de lo malo

Piensa que ya no tendrás que recibir llamadas telefónicas a todas horas; un agente inmobiliario estará a tu disposición para actuar como filtro. ¿Y eso qué quiere decir? Pues que podrás parapetarte detrás de un escudo. Siempre habrá un caparazón que te proteja de posibles clientes que quieran liarte. Los mismos que no son de confianza y que pretenden timarte. Los profesionales de la vivienda atenderán el teléfono para decidir si un cliente reúne los requisitos indispensables para adquirir o alquilar tu casa. Incluso durante la posterior visita del interesado sabrá apreciar lo que a ti te costaría más trabajo discernir. Una capacidad muy valiosa si pretendes sacar lo mejor de tu operación.

3. Colabora con otros profesionales

El agente trabaja codo con codo con otros profesionales del sector, sobre todo con aquellos que compartan su misma zona. Por lo tanto, si deseas que tu inmueble disfrute de máxima visibilidad, un profesional inmobiliario ofrecerá un escaparate que esté a la vista de todo el mundo. Un experto suele albergar unas conexiones que te permitirán llegar todo lo lejos que quieras. No es que queramos hacer honor a una frase que últimamente se escucha demasiado en este país; seguro que os suena: “aquí todo funciona por contactos”. Bien, pues lo que pretendemos expresar no viene a ser del todo eso, pero más o menos encaja con nuestra teoría. Nos entiendes, ¿verdad?

4. Ventas en tiempo récord

Si no deseas que el cartel de “se vende” o “se alquila” permanezca en tu balcón hasta que a las ranas les salga pelo, te recomendamos que acudas a un agente inmobiliario. Todas las virtudes que se han mencionado hasta ahora vienen a justificar el poco tiempo que tardan en cerrar un acuerdo. Mientras tú no consigues pegar ojo durante meses hasta que, por fin, encuentras a alguien, un erudito en este campo puede presumir de ostentar una facultad indiscutible: pueden conseguir un cliente en menos que canta un gallo.

5. Dominan el tema de papeleo

Es escuchar la palabra burocracia y todos nos echamos a temblar. La pereza que acarrea ese término hace que huyamos despavoridos. Nadie quiere encargarse de esa faceta del trabajo. Bueno, nadie excepto el agente inmobiliario, por supuesto. Él será el responsable de redactar ese contrato de venta o alquiler que tantos problemas provoca; él será quien se ocupe de los trámites relacionados con el notario o el Registro de la Propiedad.

A pesar de todos estos beneficios, no hay que olvidarse de un aspecto fundamental que también define a esta figura: la comisión que se lleva de la venta. Todo trabajo requiere de una recompensa.

 

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