No nos equivocamos si te decimos que Rafa Nadal es uno de los deportistas más respetados y queridos de toda España. El tenista de Manacor se ha ganado a pulso el corazón y cariño de todos los españoles. Por ello, y como sabemos que te puede interesar, nos hemos colado en su chalet de Mallorca para contarte cómo es.
Rafa Nadal: una persona familiar y de raíces claras
Rafa Nadal siempre ha estado ligado a su tierra. Es el lugar de sus ojos. El rincón de su corazón. Fue el primero en arrimar el hombro cuando el desastre de las inundaciones asoló la isla. Todo ello sin que se nos olvide que no le tiembla el pulso para invertir en el desarrollo de los jóvenes a partir del deporte.
Vaya, que no nos queremos andar por las ramas. El resumen de toda esta historia es el siguiente. Cada vez que ha tenido la oportunidad ha vuelto al lugar que le vio crecer. Allí aguarda su familia y amigos de toda la vida. Lo único que ha cambiado es que ahora puede actuar como anfitrión de lujo.
Un hogar rodeado del misterio
El chalet se encuentra rodeado de Naturaleza. La calma se respira en el ambiente. Para días en los que el sosiego es todavía más complicado de hallar, la soledad requerida se entremezcla con una mirada al Mediterráneo y el sonido de las olas del mar.
Con un estilo rústico que salta a la vista, conocemos la parte externa del chalet, pero nada del interior. Bueno, nada más allá de los resquicios que se han visto en alguna de las publicaciones que el tenista ha subido a la red social de Instagram. Esto es, desconocemos cómo es por dentro, cuántas habitaciones tiene o qué comodidades se encuentran en cada lugar.
Sin embargo, no necesitamos conocer su aspecto externo para poder afirmar que tiene el aura de un hogar de cuento.
¿Te gustaría vivir cerca de Rafa Nadal?
Si es así, ponemos a tu disposición todos los chalets de Mallorca que hoy en día se encuentran a la venta. La vida son dos días. Y si podemos contar con un vecino ilustre como Rafa Nadal, mejor. Imagina disfrutar de unas condiciones de vida semejantes, ¿cómo lo vamos a dejar pasar? Nosotros, si pudiéramos, no lo haríamos. ¿O preferirías otro tenista?