A finales del año pasado de produjo un hito en la historia de Andalucía. Por primera vez su comunidad autónoma caía en manos populares y el PSOE perdía el lugar que había sido su gran feudo durante los más de cuarenta años que nos ha acompañado su democracia.
Desde que Juanma Moreno —Presidente de Andalucía— supo con certeza el cargo que ocuparía, prometió que llegarían muchos cambios a la comunidad. Uno de ellos es atajar un problema de vivienda irregular que ha acompañado a muchos propietarios durante más de un lustro.
La promesa inmobiliaria de Juanma Moreno
El nuevo presidente ha reiterado su compromiso —y el de su Gobierno— con las familias afectadas por la situación irregular de vivienda.
Según la Consejería de Fomento, Infraestructura y Ordenación del Territorio, se calcula que más de 300.000 viviendas se encuentran en esta complicada situación. Ahí toca calcular el número de personas que podrían ver cuestionado su hogar a causa de estos hechos.
Esta realidad está complicando la vida y quebrantando la tranquilidad de tantas personas. A fin de cuentas, muchos no saben qué ocurrirá con una vivienda que compraron sin tener la más remota idea de que esto pudiera pasar.
La primera vez que se ataja este problema
El problema de esta viviendas irregulares existe desde hace muchos años. El Partido Popular no se ha cortado a la hora de señalar que mientras los antiguos propietarios del poder no hicieron nada por solucionarlo, ellos sí que se comprometerían con esta tarea.
Ahora lo han reiterado, pero los hechos continúan siendo solo palabras. Será el tiempo el que diga dónde queda todo.