¿Cómo reaccionarías si de un día para otro la vida confabula contra ti y tu futuro? ¿Y si tuvieras un presente con el camino bien señalado y de pronto todas las baldosas volaran por los aires? Si le preguntaras a Íker Casillas y Sara Carbonero, la respuesta sería mostrarle una sonrisa al mundo y continuar hacia delante. Porque eso es la vida: caminar, caminar y caminar.
La casa en La Finca que espera a Íker Casillas y Sara Carbonero
¿Conoces aquello de afortunado en el juego, desafortunado en el amor? Íker Casillas y Sara Carbonero habían sido siempre la excepción a este matiz. Sin embargo, parece que al final la dicotomía de la ironía ha puesto los puntos sobre las íes en una regla invisible y universal a la que todos estamos sometidos. Por desgracia, todo sea dicho.
La pareja no está viviendo sus mejores momentos. El reciente infarto de Íker Casillas ha marcado, probablemente, el punto y final de la carrera del guardameta. Todavía estaban recuperándose de aquel susto cuando la periodista descubrió que en un ovario habitaba un tumor maligno, con todas las complicaciones y el tratamiento posterior que ello conlleva.
Los rumores hablan y cuando contienen tanta fuerza, parece que siempre acaban por llevar la razón. Parece que Sara Carbonero querría tratarse su cáncer en la sanidad española, mientras que el futuro laboral de Íker Casillas estaría más ligado a la capital española que a la ciudad portuguesa.
¿Cuál es el próximo destino de la pareja?
Íker Casillas y Sara Carbonero no llegaron a vender la casa en la que compartieron su vida en Madrid. La compraron en en el año 2014 por 2,6 millones y decidieron no ponerla a la venta porque los dos eran conscientes de que acabarían por volver a la capital española.
La vivienda cuenta con 750 metros cuadrados. En ella puedes encontrar una piscina privada, cinco dormitorios, seis cuartos de baño, dos salones y un salón de juego. No hay muchas imágenes, así que no te podemos mostrar más.
Lo único que podemos hacer desde este momento es desear a Íker Casillas y Sara Carbonero la mejor de las suertes a partir de ahora. Sabemos que podrán con todo.