Qué podemos aprender del día de la diversión para nuestra oficina

Basta ya de ideas preconcebidas. Que les den morcilla a los estereotipos. El siglo XXI es el de la revolución, el de no aceptar la realidad tal y como nos la cuenta, la época en la que levantarnos y cambiar este mundo hasta convertirlo en un lugar donde nos sintamos cómodos. Hablando de comodidad, de eso es precisamente de lo que trata este artículo. No en vano, y aprovechando que casualmente es el día de la diversión, te queremos dar tres consejos para conseguir que tus trabajadores se sientan más cómodos en la oficina y rindan mucho más desde su puesto de trabajo.

La oficina puede ser el hogar del día de la diversión

Cómo emplear el día de la diversión en la oficina

¿Sabes una cosa? Ha llegado ese momento. El día D. La jornada en la que tenemos que comprender que Pedro, Marta o como quiera que se llame tu empleado, va a trabajar de una manera mucho más eficiente si se siente cómodo en la oficina. Esto es un hecho y siempre ha sido así: a mejores condiciones, mejores resultados.

Por ello, hoy queremos realizar un canto al día de la diversión en el trabajo. Una oda a que las normas antiguas ya no están encima de la mesa. Vaya, un grito rebelde ante la realidad de que hoy en día somos nosotros los que establecemos el reglamento. Un conjunto de medidas reflexionadas donde los únicos criterios son la intuición y las sonrisas.

De esta manera, los tres consejos que te damos en el día de la diversión para lograr una oficina mucho más productiva son:

  • Adiós a las paredes y a los despachos.
  • ¿Alguien quiere una taza de café gratis?
  • Prepara una sala de ocio en condiciones.

Ahora toca analizarlas una a una, pero antes, te pedimos que respires. No queremos que la envidia te corroa. Después de todo, ya hay entidades que funcionan de esta manera.

Adiós a las paredes y a los despachos

El día de la diversión aportando a la oficina

Los tiempos de las diferencias exhaustivas entre trabajadores ha llegado a su fin. Se trata de un régimen arcaico que ya nadie compra. Una de esas medidas que parecen ancladas en el pasado y que cuando nos las encontramos las observamos con cara desencajada, totalmente anonadados, sin saber por qué algo tan del siglo XX continúa en el momento de la revolución de la información.

Así que como no quieres que se desencajen las mandíbulas cuando lleguen visitas a la entidad o, peor, que tus trabajadores tengan vergüenza de contar las condiciones en las que trabajan, toma buena nota de este punto porque es una de esas realidades que con poca inversión puede cambiarlo absolutamente todo.

Olvídate de paredes, despachos y jerarquías basadas en el mobiliario. A la hora de obtener resultados, resulta mucho más importante que se desarrollen relaciones entre los trabajadores. ¡Que exista buen rollo! Que puedan hablar, comunicarse, tener ideas conjuntamente entre los diferentes departamentos… Todo ello se verá reflejado en las conclusiones finales.

Y no, te lo decimos. No sufras por la productividad. Lo normal es que la confianza depositada en el trabajador tenga un retorno exacerbado. Así que plantéatelo, que puede cambiar las reglas del juego.

¿Alguien quiere una taza de café gratis?

Cómo afecta el café gratis a una oficina

Ser agradecido es de biennacido. Dicen que el refranero español nunca miente. Y puede que esta expresión guarde tanta verdad como el resto de las que aglutinamos en nuestro idioma, como si de un puzle se tratara.

Hay pocos trabajadores a los que no consigas enamorar con una taza de café gratis. El estrés se vive mejor si puedes pararte dos minutos a disfrutar del maravilloso olor del brebaje negro que escapa de la cafetera. Así que, ¿por qué no plantearlo a partir de hoy en día?

Sí. En Globaliza sabemos que no siempre es posible. Que en función de las circunstancias de la empresa las posibilidades pueden virar ampliamente, pero, si en tu caso la posibilidad es afirmativa, ¿por qué no intentarlo? Los resultados te sorprenderán. Esto te lo podemos garantizar.

Prepara una sala de ocio en condiciones

La oficina y el ocio van de la mano

Sabes que por ley todos los trabajadores tienen derecho, como mínimo, a un descanso de quince minutos por cada seis horas trabajadas de manera consecutiva. Y ojo, que no lo decimos nosotros, sino el Estatuto de los Trabajadores, que es la norma básica que regula todas las relaciones laborales.

De esta manera y partiendo de la base de que van a utilizar este descanso, ¿por qué no tratar de abogar por potenciarlo? Que utilicen esos quince minutos para desconectar de verdad. O, incluso, que ese rato que le dediquen a la comida sea también una oportunidad de recuperar energías.

Aboga por una mesa de ping-pong, un futbolín o cualquier otro divertimento (mejor en grupo) que se te ocurra. No solo tendrán más energía a la vuelta, sino que se habrán quitado de encima gran parte de sensación de estrés y habrán creado lazos todavía más potentes entre ellos.

Ah, que para todo esto piensas que necesitarías cambiar de oficina. Pues dínoslo. Tus deseos son órdenes para nosotros.

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