¿Te has dado cuenta de que ahora todo el mundo quiere para su hogar una decoración minimalista? Sí, si estás en este artículo significa que tú también te has dejado enamorar por esta nueva corriente de pensamiento. Qué original, ¿verdad? No, no, no nos malinterpretes, pero déjanos que también te tomemos un poco el pelo. Si es que nosotros somos exactamente igual que tú. Hemos pasado ya todos por el aro. ¡Es normal! En un mundo cargado de estímulos consumistas son muchas las personas que han decidido bajarse del tren, alejarse de las vías y comenzar a vivir de la forma en la que se sientan a gusto. Y si no estamos cómodos en nuestra propia casa, ¿dónde lo haremos, entonces?
Decoración minimalista: cinco pautas
La decoración minimalista es la evolución natural del movimiento del minimalismo. Aunque en España lo hayamos traducido de esta forma (siempre tendemos a adaptar las palabras a nuestro lenguaje como nos viene en gana), la realidad es que una forma más precisa de denominarlo sería minimismo. Se entiende así mucho mejor lo que quiere decir este término, ¿verdad? Cómo nos gusta complicarlo todo (y es irónico, porque el minimalismo va justamente de simplificar nuestras vidas).
Este término fue empleado por primera vez por un filósofo británico llamado Richard Wollheim en 1965. Buscaba la palabra exacta para poder definir las pinturas de Ad Reinhardt. Sin embargo no hallaba en la lengua inglesa una expresión que pudiera enmarcar lo que quería decir. Ya sabéis, cosas de pensadores.
En el ámbito de la decoración minimalista ha tenido mucha fuerza la cultura japonesa y el diseño tradicional de su arquitectura. De Stijl, uno de los principales arquitectos y artistas del país del sol naciente, fue revolucionario en el empleo de las líneas y planos de manera moderna, disruptiva y particular. En cuanto los occidentales contemplamos su trabajo terminamos prendados por él y decidimos que queríamos traérnoslo a nuestros hogares.
Sin embargo, aunque la clase de historia es muy entretenida, si has entrado a este artículo es porque estás buscando esas cinco claves para aplicar el minimalismo en tu hogar. No nos hacemos más de rogar. Aquí van estos consejos.
La belleza está en lo simple
Cuando le preguntas a ese amigo tan cercano y amante de los interiores en qué consiste la decoración minimalista, lo más probable es que te conteste que conlleva la eliminación de todo aquello que no necesites de tu hogar.
Sin embargo, pensar así en el minimalismo es erróneo. No consiste en quitar por quitar, sino en saber qué se necesita. Una concepción bien distinta de esta corriente. No partimos de la idea de destruir, sino de construir nuestro hogar con lo esencial que pueda satisfacer nuestras necesidades.
La importancia de los colores en la decoración minimalista
¿Te has preguntado alguna vez por qué los colores de un hogar con decoración minimalista son siempre blancos y negros? No, no es porque las personas tengan un amor incondicional a la prensa escrita y quieran rendirle un homenaje empleando las mismas tonalidades. Estaría muy chulo que fuera así, la verdad, pero afirmarlo conllevaría faltar a la realidad.
La razón que subyace a la elección de estos colores radica en los contrastes que se logran con ellos. Piénsalo por un momento. Si la mayor parte del mobiliario es de color blanco o negro, entonces cualquier objeto que coloquemos resaltará. Lo captaremos de un vistazo y nos transmitirá la paz que buscamos con una decoración basada en el minimalismo.
Y sí, también es porque así podemos identificar con más facilidad si ese cacharro del que nos enamoramos en nuestro último paseo por un centro comercial es algo que necesitamos o un capricho más que sumar a la lista. No te preocupes, con el paso del tiempo te será cada vez más sencillo determinar si lo que quieres comprar es necesario o no. No obstante, te advertimos, por muy minimalistas que seamos siempre, y decimos siempre, caeremos en alguna ocasión. La carne es débil.
No te olvides de la calidez
Aunque vivir en un hogar que pudiera haber sido el escenario de rodaje de Charles Chaplin pueda resultar interesante, lo más probable es que los días te pidan algún foco de calidez en tu decoración minimalista.
Es fundamental no olvidarse de ellos. Son los que van a marcar la diferencia entre un hogar basado en el minimalismo sin más y tú hogar basado en el minimalismo. Son aquellos que aportan personalidad, nos diferencian del resto y permiten que cuando entremos por la puerta nos encontremos en casa. En un lugar que podamos llamar casa, vaya.
¿Sabes cómo se puede conseguir esta sensación? Son muchas las opciones. Nosotros queremos lanzarte unas ideas que nos encantan:
- La madera es tu mejor amiga.
- Elige objetos personales. Tu hogar es tu hogar y si no tiene el toque de nuestra historia no será más que otra casa cualquiera.
- Las texturas aportan mucho más de lo que piensas. Alfombras, mantas, cortinas… todo suma. Hay que ser optimistas.
- El arte es una elección muy personal. Si tienes buen criterio y cuando miras una pieza se te remueve algo por dentro, elegir un cuadro o cualquier otro tipo de exponente artístico es una gran opción. Nuestros gustos dicen mucho sobre nosotros.
Eso sí, no te emociones demasiado. Recuerda que nos encontramos en la misión de crear una decoración minimalista. Así que todo elemento cálido que quieras emplear tiene que ser elegido con dosificación. Si no, volveremos al principio de nuevo.
La iluminación marca la diferencia
No solemos darle demasiada importancia a la iluminación de nuestro hogar. Pensamos que como nos encontramos la mayor parte del día fuera, trabajando, las bondades que nos aporta la luz natural no son para nosotros. Sin embargo, una decoración minimalista no puede considerarse como tal si no aprovechamos todos los recursos que tenemos a nuestro alcance antes de optar por la opción de acudir a nuestra tienda de confianza y arrasar con todas las lámparas y bombillas que tengan. Eso minimalismo, lo que se dice minimalismo, no lo es. Lo entiendes, ¿verdad?
Tienes que aprender a aprovechar todo lo que te brinda la naturaleza. Y, ojo, con esto no queremos decirte que sacrifiques la calefacción y te calientes con una hoguera en el centro del salón (aunque si por alguna razón lo haces, por favor, envíanos una foto), sino que evitemos derrochar cuando podamos aprovechar.
Decora tu hogar con cortinas y esteras transparentes que permitan el paso a la luz natural. Utiliza espejos y tragaluces de las mayores dimensiones que puedas permitirte para que los rayos del sol no se enreden con tus paredes. Es cierto que no todos podemos aprovechar la luz natural de la misma manera, pero sí que podemos ser lo más eficiente posible con nuestras posibilidades.
Además, que la luz naturales es gratis. Eso siempre suma.
Líneas simples
Habíamos comenzado este artículo citando a De Stijl, el famoso arquitecto japonés que fue disruptivo en el empleo de las líneas y figuras rectas, simples y modernas. ¿Por qué no poner en práctica todos sus aprendizajes?
Estos toques neutros aportan un estilo disruptivo, diferenciador y único a tu hogar. Sus efectos se entienden rápidamente y no necesitarás mucho tiempo viviendo en estas circunstancias para notar que te tranquiliza más que llegar de milagro al metro por la mañana.
Además que, ¿cuánto podrás fardar cuando alguien entre a tu hogar y te pregunte dónde has aprendido a decorar así y le puedas responder que estás siguiendo el estilo tradicional japonés instaurado por De Stijl? Solo por las caras del resto ya merecerá la pena haber optado por una decoración minimalista. Haznos caso con esto. Que de otra cosa no, pero de fardar sabemos un rato. ¿Verdad?
¿Estás preparado para optar por una decoración minimalista? ¿Conoces ya todas las bondades que el minimalismo puede aportar a tu vida? En Globaliza nos encanta y por eso queríamos ponértelo muy fácil.