Cómo elegir el mejor arquitecto: 4 consejos impagables

¡Ey! ¡Baja de ahí arriba! Que no es la primera vez que te pillamos en el limbo donde revolotean tus quimeras. ¿Nunca te dijeron aquello de mantener los pies en el suelo? Se te ve muy sólo en las alturas. Todo el santo día coqueteando con unas ilusiones que pueden desvanecerse de un manotazo. Necesitas apoyo. La materialización de tus metas debe efectuarse con la ayuda de quienes te rodean. En conjunto, siempre en equipo. Tanta responsabilidad sobre tus hombros podría transformar tus sueños en una losa, y no queremos que su peso te cause contracturas. Es por eso que nos hemos puesto a barruntar acerca de tus anhelos para colaborar contigo; así no te costará tanto trabajo realizar tus proyectos. ¿Y sabes lo que hemos encontrado durante nuestras indagaciones? Corrígenos si andamos confundidos, pero hemos creído divisar los cimientos de una casa a medio construir; el esqueleto de una propiedad donde pasarás los mejores años de tu vida. ¿Es esa la imagen que aparece en tu subconsciente cuando duermes? Perfecto. Porque para levantar esa vivienda requerirás de los servicios de un profesional. De un arquitecto, ni más ni menos. Una figura imprescindible para que tu futuro hogar vaya tomando forma. El experto que vive con la cabeza hundida entre planos, líneas y materiales.

En este artículo, te ofreceremos algunos consejillos para que sepas elegir al arquitecto ideal.

1. Rastrea por internet

A día de hoy, la red se presenta como el mayor expositor mundial de productos y servicios. Vendría a ser como un centro comercial infinito, del tamaño de la antigua Unión Soviética. Una tienda donde se libra una batalla feroz por ocupar el espacio más llamativo del lineal. Es en esta gran superficie donde hallarás al arquitecto cuyo estilo y tarifas cuadren con lo que buscas. Sería inusual – por no decir imposible – que no pudieses encontrar en internet al tipo que diseñará tus fantasías. Ya puedes ir husmeando entre la amplia oferta de estudios de arquitectura desplegada en el entorno 2.0. Ese es el primer paso que te llevará hasta las puertas de tus sueños.

2. Organiza una primera cita

Entre tanta oferta seguro que encontrarás un arquitecto que te convenza, aquel que haya realizado unos trabajos que coincidan con la obra que te gustaría llevar a cabo. Entonces podrás concertar una cita con el experto en cuestión para conocerlo a fondo. La primera reunión resulta determinante para que el profesional que tengas enfrente – a poder ser bregado en mil proyectos donde habrá expuesto su buen hacer – entienda lo que pretendes edificar. Será en ese momento cuando calibres el feeling que debe apreciarse entre ambos, cuando tu Gaudí particular capte tus emociones para luego plasmarlas en papel. Ahí sabrás si la elección ha sido acertada o si tienes que sopesar otras opciones.

3. Considera sus honorarios

El instante más delicado de todo acuerdo comercial se presiente cuando la conversación, en un viraje brusco de 180 grados, se sumerge en las aguas embravecidas del dinero. ¿Qué vamos a hacerle? Vivimos en una sociedad capitalista donde tu cuenta corriente – aquellos guarismos que mimas con tanto recelo – puede decidir el porvenir que se perfila en tus días venideros. Por lo tanto, tendrás que detallar tu presupuesto para que el arquitecto pueda ajustarlo a sus tarifas. Ten en cuenta que la suma económica que le corresponde al estudio, dentro del monto total que representa la construcción, se traduce en un porcentaje sobre la estimación del coste de la obra.

4. Comunicación directa

O dicho de otra forma: intercambios verbales que no se topen con obstáculos. La comunicación que vayas a establecer con el arquitecto tiene que ser clara, sin sombras ni malentendidos. Directa. Sabemos que privar al arquitecto de la colaboración de su equipo puede imposibilitar su cometido, algo totalmente comprensible. Pero debes sortear las interferencias que ocasionen sus ayudantes. El contenido de un mensaje que pase por distintas manos, cuando llega al receptor final, puede acabar desvirtuándose. ¿Has jugado alguna vez al teléfono escacharrado? Pues eso. Procura que tus indicaciones sobre el diseño de la vivienda, tras un primero boceto, se transmitan sin intermediarios de por medio.

¿No te compraste un terreno hace poco? Pues esta es la siguiente etapa de tu aventura.